martes, 1 de enero de 2013

Construir en el yermo (Hacer planes para el 2013… ¡y ejecutarlos!)




¡Feliz Año Nuevo para todos los amigos de los forajidos! Hoy estamos otra vez a las puertas de una nueva vuelta del calendario y, con ello, ante la oportunidad de renovarnos, refrescarnos y redirigir el rumbo de nuestras monturas. O no. Porque quizás lo que debemos hacer es espolear a los ariscos caballos de nuestra fuerza de voluntad hasta tomar cierta velocidad y luego sostener las riendas con firmeza para mantenerla. Enseguida entenderán de qué estamos hablando.

El 2012 fue para nosotros un año de nuevos e importantes (re)comienzos (la publicación del primer libro donde yo figuro como autora, la primera participación del forajido Nabetse en una exposición colectiva de ilustradores y el inicio del proyecto de este blog bastan como ejemplos) y el 2013 se presenta como un año donde lo mejor que podemos hacer es consolidarnos en nuestras respectivas vocaciones, a las cuales ya desde hace un tiempo estamos tratando de imprimirle más fuerza y profesionalismo.

Para el post de hoy se me ocurrió (originalísima yo, u___u) que sería interesante delinear una lista de propósitos u objetivos que me servirían para encarar esta tarea de la consolidación como escritora, hasta que de repente miré al costado de mi monitor y vi un papelito azul, pegado al gabinete de mi computadora con los bonitos imanes que hizo el forajido Nabetse para promocionar su página de dibujos.

En ese papelito había escrito, en algún momento indefinido del año que pasó, una serie de objetivos que trataría de cumplir con la finalidad de desarrollar mejor mi tarea de escribir. Entre ellos se contaban, por ejemplo, escribir 3500 palabras por semana, limitar mis paseos por las redes sociales a los martes y jueves (soy crédula, eh), ver al menos una película a la semana, mantenerme siempre leyendo al menos un libro de ficción y otro sobre el oficio de escribir, actualizar el blog una vez por semana… Al ver ese papelito supe que no era necesario escribir ninguna lista de propósitos, ellos ya estaban allí. Desde hace un buen tiempo.

Lo que ahora necesitaba era poner en ejecución el plan. 


1. Usted está aquí

El final de cualquier ciclo siempre es un momento adecuado para revisar lo que se hizo y ver dónde exactamente estamos parados, así podemos seguir adelante con una idea más clara del rumbo y los recursos que contamos para el viaje. Quizás por eso abundan en esta época los análisis con lo mejor y lo peor del año, con lo que significó para cada uno el período de doce meses que acaba de llegar a su fin. Y aunque he leído a algunas personas quejándose por considerar trillado este tipo de artículos yo no lo considero así. Es una importante etapa en el camino de desarrollo como ser humano, es hacer un inventario de nuestros bienes antes de levantar campamento y empezar de nuevo a cabalgar hacia lo desconocido.

Así que no sientan que por repetido es menos valioso, tómense unos breves instantes para ver qué les dejó el año que se fue, lo bueno, las dificultades que superaron, los pequeños o grandes logros que alcanzaron. Y, tal como decíamos la semana pasada, no se olviden de decir gracias, aunque más no sea en algún rinconcito de su corazón. Las cosas buenas le llegan a quienes saben verlas.


2. El gran plan

Personalmente le tengo poco aprecio a preguntas tales como “¿dónde te ves en cinco años?” porque me enfrentan a la realidad de que estoy ya muy cerca de los treinta y tengo pocas respuestas claras para esas cuestiones. Por un lado quizás por considerar que la vida es siempre una sorpresa que no podemos encasillar entre la limitada y rígida medida de nuestros planes y, por otro lado, por entender que uno mismo es energía en constante cambio. Los lineamientos principales que yo imaginaba para mi vida tres años atrás son muy diferentes a los que imagino hoy. La vida no ha escatimado recursos a la hora de maravillarme.

Pero hay cosas que permanecen. Hay deseos que ni el paso de los años ni los cambios son capaces de arrancar y se aferran a nosotros con la tenacidad de las hierbas silvestres, que parecen morir pero brotan y florecen con las más mínimas lluvias.

Escribir es para mí eso. Muchas cosas han cambiado en mi vida, muchas otras han permanecido. Y entre todas ellas, el brillo que ilumina mis ojos cuando estoy ante el teclado, trabajando en las historias de mis personajes, es algo que atraviesa calendarios y kilómetros.

Así como en mi caso, estoy segura de que el gran plan está grabado en sus corazones y en sus mentes desde hace mucho tiempo. Por eso están aquí, leyendo esto. Así que no se preocupen si, como esta forajida, no tienen respuestas para todas las preguntas cuadradas que muchas veces tendrán que soportar en sus vidas. Lo importante es que, en medio de la noche de las dudas, una estrella brille con más fuerza y les señale el rumbo. 


3. Los pequeños pasos

Mi vida laboral se desarrolla en una gran multinacional. En la pequeña unidad de negocios local de una gran multinacional, mejor dicho, y una de las mejores cosas que he aprendido allí es el sistema de trabajar por objetivos. Para llegar a los grandes resultados hay que ir cumpliendo pequeñas etapas, eso lo sabe todo el mundo. ¿Pero cómo establecemos pequeñas etapas que nos permitan trabajar de manera realmente eficiente?

La recomendación que mejor recuerdo es la de establecer objetivos que sean mensurables y un poco desafiantes.

Estar frente a objetivos cuyo cumplimiento podamos medir objetivamente nos permitirá saber con facilidad si los hemos alcanzado o no, o en qué grado. Es mucho más fácil saber si hemos cumplido con el objetivo si este es “escribir al menos 5 páginas a la semana” que si lo establecimos simplemente como “escribir más”. Un objetivo muy vago puede conducirnos a la frustración, al no poder dimensionar el grado de nuestro éxito o nuestro fracaso. Objetivos precisos, por el contrario, nos permiten identificar dónde nos ha ido bien y dónde tenemos que ajustar las tuercas, a fin de sacarle provecho a nuestras fortalezas e ir domando nuestras debilidades.

Los objetivos deben presentar también su grado de desafío, porque la idea es ir creciendo ¿no? Se sabe que si siempre nos limitamos a hacer lo mismo, los resultados serán también siempre los mismos. Lo extraordinario pasa cuando ponemos más pasión y esfuerzo en lo que hacemos. 

Así que este es mi deseo en este 2013 para ustedes, amigos de los forajidos y los cactus: que se formulen algunos objetivos que les permitan medir su progreso a lo largo del tiempo que tenemos por delante. Y que cuando, dentro de un año, volvamos a sentarnos a la hoguera para compartir las historias que coleccionamos a lo largo de estos doce meses, vea en ustedes la alegría de haber completado un nuevo tramo en el mapa que los guía hacia sus sueños.

Soñar es hermoso, pero lo es más todavía construir eso que vemos en nuestros sueños. Vamos a fallar constantemente, nos apartaremos de nuestros planes infinidad de veces, tendremos que buscar planes mejores porque los otros no nos sirven, enfrentaremos la frustración de ver que el resultado de tanto trabajo es apenas un reflejo deforme de lo que nuestra mente imaginó en un comienzo, cierto, nos va a pasar todo eso y cosas peores incluso. Pero nada va a detenernos, porque el que de verdad quiere una vida de letras, de imágenes, de arte, es muy cabeza dura y en las negativas y fracasos encuentra razones para volverse mejor y más hábil. 

Es tiempo ya de construir en el yermo. De pasar del “me gustaría hacer” al “estoy haciendo”.

Ejecutemos.

¬-(o_Ó)


PS: Para celebrar la fecha (y para que se acuerden de nosotros todo el año XD) les dejamos un regalo especial: el CALENDARIO 2013 DE LOS FORAJIDOS DEL YERMO, diseñado, ilustrado y pintado por el talentoso forajido Nabetse. Está adecuado a Paraguay incluso con los feriados que se mueven a lunes según el Decreto 9393/2012 (1º de marzo y 12 de junio). Es nuestra colaboración para que se organicen y lleven adelante sus planes XD

La vista previa está acá abajo y si quieren descargarlo en HD (n__n) pueden hacer CLIC AQUÍ.




Si quieren colgarlo en la pared o en la puerta (como es mi caso XD) lo pueden imprimir en cualquier imprenta digital. El que está en el enlace (ahí arriba donde dice clic aquí) está diseñado en tamaño A3+ (32 x 47 cm) con una muy alta calidad de imagen :D 

PS2: Si se animan y les gusta la idea, pueden compartir en los comentarios algunos objetivos que les parecería útil implementar para sus carreras de escritores o dibujantes, así sentirán la presión de haberlos declarado públicamente XD

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